Por norma general pienso en ser Angie, Eleanor Rigby o Layla.. incluso yo misma. O que en mi pasaporte diga que soy de Liberia o China.. Lo que cuadre con tal de ser cualquiera de las protagonistas de semejantes canciones.
Siempre es a la que se admira, a la que se desea; pero por encima de todo moriría por ser a la que Jeff Buckley no pudo olvidar. Esa a la que no puso nombre, de la que hablaba como de un veneno.. esa que inspiró la canción más bonita del mundo.
Podría entrar en esa categoría llamada CPJ, que diría mi amiga María ( Canciones Para Joder ), de las que te haces cd's para esos días en los que necesitas hurgar en tu propia miseria y te acabas revolcando en tu basura emocional.
Pero con esta me es imposible, por muy abanderada del género que sea. No quiero ser ni siquiera su Grace - que me sigue dejando clavada -, sólo ella. ¿ Cómo es posible darle tanta propiedad a un pronombre ?. Escuchar hacerle reproches con tanta pureza te pone en la nada loable predisposición de romperle el corazón a alguien así sólo por que no se calle.
Capaz de plasmar a la perfección esa amargura y desnudez que todos hemos sentido más de una noche dando vueltas en la cama, maldiciendo e invocando.
¿ Cómo querer ser nadie más existiendo tal dedicatoria ?.
If ever heartache had a name..
it would be Jeff Buckley.
Jum...bonito!
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